¿Si me preguntan por ti?

Si en algún momento alguien me preguntara por ti, diría que te olvidé en un bar con un par de copas y dos que tres mujeres de la mala vida. Diría que te esfumaste como el humo de mis cigarrillos. Alegaría que tu amor se acabó tan rápido como el salario de un venezolano. Y es que si me preguntan por ti? Me invento una y mil excusas para no recordarte.

A quien me pregunte por tí, le diré que recogiste todo, hiciste tus maletas te fuiste de viaje porque la situación te obligó a emigrar. Lo que nadie sabrá es que no te fuiste del país, sólo que te enterré al fondo de mi residencia, y estas a un paso de irte a otro plano existencial o a que te coman los gusanos en mi conciencia.

De seguro al no verme contigo me pregunten por tí, a quien lo haga le explicaré la situación de Venezuela: comer a medias no es comer, así comas 10 veces nunca se está lleno. Si no entienden mis metáforas que complicado le será leer esto.

Realmente no me cuesta decirles que te paso. Pero quién me va a creer que tu cuerpo ya está enterrado en mi patio y que sigo estándo libre? Por eso siempre es mejor inventarme alguna ocurrencia para no admitir mi culpa. Pues si, me declaró culpable, de haber disparado el gatillo a quema ropa, de haber escondido tu cuerpo, también de haber pensando un plan para deshacerme de las evidencias, que todo fue premeditado, hasta la última pala de arena que terminó de sepultar tu amor. O bueno el mío hacía ti.

Sí entendiste este relato, entonces llama a la policía que tenemos un asesino aquí.

 

GabrielaRey-.

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