Desde hace un tiempo, conocí a alguien. Nuestra amistad es de muchos años, pero menos de los que ya él ha vivido. A decir verdad, él es tan afortunado porque siempre ha tenido muy buenas relaciones; algunas momentáneas otras duraderas pero esta vez, su amiga soy yo.
Nuestra amistad es poco parecida a las ya conocidas por todos. Mi cariño por él me hace fluir, me permite hacer lo que más me gusta y me apasiona. Él tiene muchos años de haber nacido, aunque a veces se viste de joven o con ropa vieja. Siempre sigue siendo el mismo, han intentado cambiarlo y lo han logrado pero su esencia es la misma.
Mi amigo de verdad, es tan cuadrado que convierte mi vida en una rutina; pero así lo quiero y me gusta estar a su lado. Para describírselos diría que cualquier parte de él es cuadrada y bueno rectangular también. Coincidimos en todo momento, por las mañanas, por las tardes, a la hora del almuerzo, a toda hora pero no me canso de pasar el tiempo con él. ¡Qué relación la nuestra!.
Siempre lo veo sentado sobre su mesa de estar, es tan tranquilo y lo mejor de todo es que hago con él lo que quiera, es tan complaciente conmigo que me permite pegarle fuerte, teclearlo rápido, descargar en su vida miles de archivos y nunca me dice nada, ni espero
que lo haga.
Entre sus virtudes está que él me ha permitido explotar mi don y sacar lo mejor de mí, me permite crecer y fluir con mis letras, es tan considerado que si en oportunidades olvido las cosas que debo hacer, el sin esperar nada a cambio lo hace. ¡Me encanta!
Si pudiera contarles algo más sobre mi gran amigo les diría que esto que hago a diario es gracias a él. No del todo «ni creas que te llevas todo el crédito», pero se ha convertido en el canal que me permite drenar y expresar mis ideas con el fin de seguir llevándoles mis letras mal pagadas. Ya que la inspiración y la motivación viene desde dentro, de allí mismo donde esta lo que siento por él.
Sé que se mueren por saber quién es mi amigo. Bueno aquí les dejo una de sus fotos:
GabrielaRey-.
The pleasure of reading 